VESTIMENTA TRADICIONAL

 

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Introducción

Vestimenta de la mujer

Vestimenta del hombre

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Introducción

 

            En este pequeño apartado queremos dejar constancia de las principales características de la vestimenta tradicional canaria de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX.

 

            Antes de describir las principales prendas que componían la vestimenta tradicional hay que resaltar algunos factores, que en mayor o menor medida, la han condicionado.

 

            Un primer factor es el geográfico, produciéndose diferencias en cuanto a los tejidos y al número de prendas que pudieran utilizar en las zonas de medianía y las cumbres, con respecto a las zonas costeras.

 

            Un segundo factor guarda relación con las distintas vías de comunicación y acceso a los distintos pueblos de la isla, perdurando durante más tiempo la vestimenta tradicional en las zonas más alejadas de las ciudades y pueblos, los cuales estaban influenciados por las modas europeas.

 

            Existe un tercer factor relacionado con la estratificación social. Las clases más pudientes se podían permitir la adquisición de nuevas telas y patrones, incluso comprar trajes importados directamente del extranjero. La clase humilde, mayoritaria en las zonas rurales, debía sobrellevar con dignidad su pobreza, confeccionando y cuidando con gran esmero aquellos vestidos que podía mandar a hacer a las costureras tradicionales.

 

 

Vestimenta de la mujer

 

La camisa. Consiste en un camisón de similares características al que utilizaban para dormir. Era una prenda larga adornada en ocasiones por delante y el cuello. La tela utilizada era la muselina de color blanco.

 

El calzón o calzones. Esta prenda cumple la función de una braga. Las patas del calzón llegan hasta el muslo, en ocasiones por debajo de las rodillas. La tela utilizada era también la muselina de color blanco.

 

La enagua encarnada o refajo. Es una falda bastante ancha y larga hasta el tobillo. En ocasiones se adornaba con una tira de color negro en la parte inferior y podía llevar una tira en el extremo inferior para protegerla del roce del suelo. La tela utilizada era la bayeta, sustituyéndose posteriormente por la franela, ambas de color encarnado. La enagua se utilizó generalmente en las zonas de medianías y cumbres.

 

El cuerpillo. Es la prenda interior usada como sujetador y se ponía encima de la camisa; con forma de chaleco sin mangas y escote redondo. Se utilizaba la misma tela de la camisa.

 

El zagalejo. Consiste también en una falda ancha y larga que terminaba por debajo de las rodillas, en cuyo extremo se añadía un vuelo ancho, llegando así hasta los tobillos. Normalmente se adornaba con tiras bordadas, encajes, alforzas horizontales o pasacintas. El material empleado era la muselina blanca.

 

La falda. Presenta las mismas características de confección que el zagalejo. Las telas empleadas eran variadas, generalmente ligeras; en ocasiones se utilizó la lana, sobre todo en zonas de cumbre. Los colores predominantes eran los lisos o con pequeños estampados, además del listado que pervivía excepcionalmente desde el siglo XIX.

 

El saco. Se denomina así a la blusa. Presenta las siguientes características: cuello de sotana o una tira de encajes. Abierta por delante o por detrás. Mangas largas con puños a la muñeca o al antebrazo. Gran variedad de adornos en el delantero: encajes, alforzas, tiras bordadas, pliegues, frunces pasacintas, etc. Cada mujer adornaba el saco a su gusto y los tejidos para confeccionarlo eran: lino, muselina, algodón batista, vichy, hamburgo, etc. Los colores utilizados eran variados, como en las faldas, pero siempre combinando el conjunto de falda y saco.

 

El delantal. Esta prenda se pone sobre la falda, generalmente cubre hasta las rodillas, lleva siempre uno o dos bolsillos y solían adornar los extremos con encajes, alforzas, pasacintas, etc..

 

Los zapatos. Dependiendo de las posibilidades económicas de las familias, las mujeres se calzaban con los siguientes tipos de calzado: botas altas a media caña, con clara influencia europea, abotonadas a un lado, que podían ser del color de la piel o negras. Otro modelo de botas que había en Gran Canaria era la bota hasta el tobillo de color de piel. Este tipo de botas se usó generalmente en las zonas bajas de la isla. Por último, quien carecía de medios económicos, utilizaba cualquier tipo de calzado negro, o incluso, alpargatas.

 

Las medias. Normalmente llegan por encima de las rodillas sujetándose con una liga. Podían ser finas, gruesas o de lana.

 

El pañuelo. Se utilizaba para cubrir la cabeza y se anudaba en la nuca. Las telas eran variadas, con colores lisos o estampados. Sin embargo, lo más acostumbrado era ir a pelo descubierto, con trenzas o moños adornados.

 

 

 

 

 

Vestimenta del hombre

 

 

La camisilla. Es una camisa sin cuello que puede estar cerrada o abotonada por el pecho. Las mangas podían ser largas o cortas. Aunque generalmente se compraba en los comercios, también se podía confeccionar en las casas con muselina de color blanco.

 

El pantalón. Largo hasta los tobillos, de pata normal y abotonado por delante. Confeccionado con dril, aunque en ocasiones se utilizaba tela de mahón o ana. Los colores son el gris liso o listado, el negro, el beige, el canelo y posteriormente el azul marino.

 

La camisa o camisón. Es de manga larga con puños dobles, abotonada por delante con cuello normal o de sotana. Se realizaba con muselina, hamburgo, percal, sarga, etc. En cuanto a los colores, además del blanco se utiliza la sarga listada de color celeste, beige, etc.

 

El chaleco. Esta prenda no tiene mangas, es abierta por delante, con un escote en pico que llega por debajo del pecho. La tela de la parte delantera era la misma que la del pantalón; la parte trasera era de muselina de color blanco o satén conjuntado con el color del traje.

 

La chaqueta. Su confección es similar a las chaquetas actuales. La tela y el color eran los mismos que los del chaleco y del pantalón. También podía emplearse lana o estameña.

 

El sombrero. Es el mismo que se ha utilizado hasta ahora. Son comprados en los comercios; el material suele ser de fieltro y los colores pueden ser gris, negro, beige o canelo.

 

Los zapatos. Se calzaban zapatos normales de color negro. También se llevaba un zapato a media caña abotonado a un lado, similar al de la mujer.

 

 

 

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